Cuando me separé de casada que estuve, nunca me imaginé que iba a portarme como lo hice. Un hombre “confundido” despertó en mi una furia que se escondía detrás de un “no te preocupes” o un “no me importa”… mucho dolor enmascarado detrás de una mujer fuerte, decidida, que va al frente. Me la pasaba de fiesta, me fumé y me bebí todo, me cogí unos cuantos, y disfruté el sexo como loca… Estaba sencillamente insaciable. Estaba furiosa. Me salían granos por doquier… tenía un odio quemándome por dentro y no lo notaba… tenía un odio ardiendo que me sirvió para tener sexo por horas sin importarme el corazón… estaba poseída por la bruja…
Mientras que el confundido reaccionaba y volvía, su madre enfermó y yo mientras él estaba con ella, me acosté con uno de sus mejores amigos de migrante (a donde aquel que se fuera la noche en que confesó su confusión)…
Lo que no le perdonaba, era que se hubiera tardado un año para decirme lo que le pasaba. Un año en que el sexo fue ineficiente por no decir inexistente, que socavó aun mas mi autoestima de lo que ya la tenía socavada, por qué: cómo es que el hombre que me ama no quiere hacer el amor conmigo? Siento que no están bien las cosas, pero él dice que si lo están y me pareció bien; así que fui perdiendo credibilidad en mí, en mis sensaciones: era un camino que me llevaba cada vez más lejos de mí. Y el camino de vuelta lo hice a través del sexo. Unipersonal, lésbico y heterosexual.
Conozco una jovencita que cada que tiene relaciones sexuales, sangra. Sangra como si menstruara. Los mancha. Una interpretación de bruja podría decir: los marca. Conozco otra que le gusta tener novios casados y he visto unas cuantas jovencitas invitándose a la casa de un hombre cuya novia está presente. ¿Con quién quiere relacionarse la mujer que gusta de hombres comprometidos con otra mujer? Algo de nosotras nos atrae, pero no sabemos bien qué es: bien sea para sanarnos, para confrontarnos, para probarnos, para encontrarnos, algo nos atrae y no sabemos bien qué es… recién lo sabemos cuando nos encontramos con frecuencia y soltura a conversar y nos damos cuenta del poder fluido de nuestra energía colectiva…
Una vez recibí un mail que decía que los hombres necesitan de una mujer a su lado y que las mujeres en cambio necesitábamos otras mujeres a nuestro al rededor…
¿Les ha pasado alguna vez fijarse en un hombre que no parece muy atractivo y que en cuanto lo ves y se ocupa contigo, se vuelve atractivo? Puede que se vuelva atractivo para otras mujeres y que se ocupe de ello, saciando su ego… mala elección o dicho de otra forma: cosas por sanar de los dos. También puede volverse atractivo para materializar, juntos conseguir la casa, el auto, los viajes, el alimento… vieja sabiduría esta que se pudrió entre la moral cristiana…. Adelante las brujas a limpiar este escenario!!
Cada que he dejado un hombre sus condiciones materiales mejoran. No mejoraban juntos porque no tenía tiempo de esperar, no me tardaba mucho en cada uno; recuerdo que hubo uno que se compró una moto!! Y uno de los últimos mejoró su casa y está montando allí un restaurante. Uno que tuvo la maestra que ayudara a iluminar en mí esta sabiduría, mi compañera de creación de círculos femeninos, ahora es famoso. Si famoso. Cantante famoso que llena coliseos y suena en la radio… curioso esto, pues mi actual pareja me dice: ese chabón quiere hacerle creer a su profesora de canto (que es compañera de trabajo de él) que viene de abajo. Y yo le digo: sí. Viene de abajo. No me creía. Calculo que con el paso del tiempo lo comprenderá: son reventones de energía.
Estos reventones de energía, vienen de un lugar que descarga a propulsión: La Vagina. Bien sea para crear, para marcar, para confrontar con otra mujer o para materializar. Es energía disponible, dispuesta para crear, a través del disfrute. Por eso nos dicen brujas, porque no es posible que podamos pasarla tan bien mientras vamos resolviendo toda la material cotidianidad. Pero en este punto, ya seriamos conscientes!
La juventud en general trae una belleza proporcional a la inconsciencia y de alguna manera esto nos protege. Hay que hacerse cargo como dicen en Buenos Aires, hacerse cargo de las dolencias, de las falencias, del poder, de las necesidades, del merecimiento, de la satisfacción verdadera. Cuando el tiempo pasa sin hacernos cargo de nuestro poder y nos quedamos habitando el arquetipo de la bruja como si fueramos nosotras mismas, estamos teniendo un problema, pues venimos arrastrando dolencias del alma, del ser femenino, que día a día sanan un poco, hiriendo a otras, o a otros, o a sí mismas…
La bruja sangrante, la bruja que amarra, la bruja que quiere relacionarse con otras a través de ellos, es un espíritu salvaje que actúa fuera de preceptos morales, atrayendo a nuestras vidas las vivencias necesarias para que de una vez nos miremos por dentro, bien adentro y nos demos la atención que nos pedimos. La Bruja es también una curandera. Es por ello que sigue sangrando, sigue buscando hombres casados para relacionarse, sigue tirando cizaña por ahí…El placer de la bruja es poderoso, limpia, se aísla, se hace presente bajando un olor fuerte y único, nos diferencia de las demás… La bruja tiene una clara misión: sanarnos. Y cuando estamos sanas: Limpiarnos permanentemente en cada menstruación, en cada ciclo… Es necesario habitarla nosotras a ella y no que ella se apodere de nosotras, porque no somos ella, no somos SOLO ella, también somos Artemisa, también somos la conjuradora, también somos la madre; somos cambiantes, somos ciclos lunares, energía en movimiento y cambio, en ascensión, con lo cual, ser un solo arquetipo solo habla de una visión parcialmente nublada de una misma… algo falta ver, algo falta sanar, tiene la frecuencia de tus sangrados, el tono de tu propio olor, la intensidad de la viscosidad de tus flujos, de tu sangre… la vagina habla desde la profundidad de su útero y ovarios y entre más te rehúses a escucharla, mas fuerte gritara! A la bruja gracias!!! No sea que me haga la tonta y no escuche sus tristezas!!!
Buen sexo brujas!!!
